domingo, 10 de junio de 2012

FAMILIA MUY NORMAL



Monoparental es una obra de teatro que trata sobre los vínculos de sangre, pero rompe con lo tradicional, la misma  sale a escena los viernes a las 21hs en Tadron Teatro Niceto Vega 4802,su director Gabriel Virtuoso habló con Baldosas Flojas. 






Desde las películas, programas y medios nos demuestra que existe un estereotipo de familia, pero en la realidad sabemos que cada uno es un mundo, en la obra Monoparental demuestra que nada es normal y que todo es posible, un cura que es judío, un hijo que es gay pero su madre va  a la marcha en contra del matrimonio igualitario y un padre que adopta hijos pero duda de que quién es el padre de su nieto.
El director de la obra, Gabriel Virtuoso, que sale a escena los viernes a las 21hs en el teatro Tadron, Niceto Vega 4802, habló con Baldosas Flojas sobre la idea y de cómo romper con lo preestablecido.
¿Cómo se te ocurrió esta obra y jugar con estas cosas normalmente aceptadas?
La idea era mostrar en una familia todas las variedades que podían aparecer y jugar con esa idea de juntar en una misma obra distintas variedades que, puestas todas juntas, pueden ser muy graciosas. Con la idea de trabajar sobre este concepto de “qué es lo normal”, “quién define qué es lo normal” y cuál sería institución familiar que, por ejemplo, la iglesia defiende, si existe o no.
Romper un poco con estructuras convencionales, ¿no?
Rectángulo redondeado:    MÚSICASi, esta estructura convencional que es sólo una idea, porque si te ponés a pensar, hoy por hoy, son pocas las familias que tienen una estructura convencional. En general, lo más común en la actualidad, son los padres separados, con hijos de otros matrimonios, esto es lo que pasa cotidianamente. Entonces la idea y por sobre todo sobre el “quién define la normalidad”, quién define que haya un padre y una madre y no un padre y un padre o una madre y una madre. El enfoque de la obra está puesto en eso y como está todo puesto en una sola casa, en un solo living, es una cosa bastante graciosa de ver.
También la obra en si, rompe la estructura lógica de una obra teatral…
Si, digamos que la obra transcurre sobre dos conflictos que se van desarrollando. Uno que tiene que ver con el tema de que esta familia tiene chiquitos adoptados que, como no han sido adoptados sobre métodos muy legales, en cualquier momento puede perderlos. Y otro conflicto que transcurre con la madre que va a la marcha del matrimonio gay cuando en la familia no están de acuerdo. Pero a su vez aparecen otros 6 ó 7 conflictos relacionados con los personajes: el hijo que está enamorado de otro muchacho que no es gay, el abuelo que quiere dejar de ser cura, y que en realidad no es abuelo de nadie, un hijo que es medio dark y que está un poco cansado de la familia. Así que la obra desarrolla muchos pequeños conflictos así que por ahí no se maneja con un solo conflicto que se va desarrollando en toda la obra, es más una novela de una hora  y cuarto que desarrolla varias líneas.
Es una obra además que abre cabezas y quita este velo de hipocresía que hay sobre la sociedad, ¿no?
Me parece que la obra al no ser tan estructurada y clásica, presta a que cada uno desarrolle su visión sobre ella. Siempre girando en torno a la familia y a esto de “quién define que es lo normal”, “hay una normalidad?”.
¿Creés que a través del teatro se puede generar conciencia y se puede romper con esta estructura  que hace que se nos presente todo previamente masticado?
Es un tema complejo, yo no sé si el teatro genera conciencia, creo que el teatro puede generar impactos en determinadas cabezas, a veces en una a veces en cientos. Pasa que hay muchos tipos de teatro, hay algunos que son complacientes y no les interesa esto, hay otros que reproducen económicamente situaciones que conocen para que la gente vaya a ver lo conocido. Nosotros tratamos de hacer un teatro que, en principio, tenemos ganas de hacer y que además nos haga reflexionar, primero a nosotros mismos, por sobre todas las cosas, primero la práctica propia, “yo hago un teatro que me hace pensar a mi”, después si eso, compartido con el espectador, funciona como multiplicador, “fenómeno”, se cierra el círculo virtuoso. Pero si no pasa, no pasa, no es un efecto tampoco que se pueda analizar, entonces me parece que el teatro tiene esa impronta tal  que tiene que ver con el momento en que se está haciendo y con el público que te está viendo y con la máquina que se forma entre la dramaturgia, el actor, el público, en ese día, momento y circunstancia que es absolutamente inmanejable. Pretender que el teatro abra cabezas es una pretensión, nada más. Después lo que pasa es inmanejable, gracias a Dios porque es lo más divertido del teatro.
El teatro es “el hecho vivo”, cuando uno actúa se da cuenta de que cada función es distinta y que mucho tiene que ver con la máquina que se armó con esos espectadores que no hablan, pero que participan notablemente del hecho teatral. Es notable que, de una función a otra, siendo los mismos actores, la misma letra, no pasa lo mismo. Nuestra idea, en principio, es que el teatro nos haga pensar a nosotros, y después si al público lo hace pensar, es fantástico.
Monoparental sale a escena los viernes 20:30hs en teatro Tadron Niceto vega 4802


No hay comentarios:

Publicar un comentario