lunes, 4 de junio de 2012

EL ARTE DE MANIFESTARSE






Ariel Sansolini es escritor, narrador oral y editor, pertenece a la Feria del libro independiente y dialogó con Baldosas Flojas sobre literatura, la forma de escribir y si se piensa en el público.









Escribir es un oficio mágico, hacerlos es dejar en un papel ideas, sentimientos, pensamientos, historias, realidades y ficciones, Ariel Sansoline es un escritor que publicó y editó de manera independiente Visiones fugaces en 1999, En los brazos de ríos con aguas de colores 2002, Amor devorando, 2005. Forma parte de la FLIA, y en El Asunto y  trabaja en la parte de la edición de libros, además de ser narrador oral. Él habló con Baldosas Flojas y nos contó su técnica de escritura, para qué lo hace y el método de edición.
La escritura ¿es algo nato o se puede aprender?
No sé si habrá algo innato para la literatura o para lo que sea. Me sigo preguntando “si habrá algo en los genes”. Pero no me queda ninguna duda que todo aquel/aquella que tenga sentimientos y que tenga ganas de meterse en algo, en este caso en la literatura, con el trabajo y con la práctica se pueden lograr grandes cosas. Más allá de la cuestión genética que favorece bastante, con el trabajo y con las ganas se puede crecer bastante.
¿Y cómo te llegó a vos la literatura? ¿Qué creés que te llevó a volcarte a esto?
Yo entiendo la literatura como el arte de manifestar algo, de sacar algo de adentro para afuera. En mi caso, desde chico escribía cuentos fantásticos, y de a poquito me fui encontrando con la gente adecuada como para poder desarrollarme. Creo que tiene que ver con esa necesidad de sacar de adentro hacia afuera lo que nos sucede y la literatura es una de las formas, quizás en la que mejor me desarrolle o me sienta mejor.
¿Sos de esos escritores que está siempre con un anotador a mano o sos de los que te sentás con una estructura a escribir y desarrollar?
Y depende la época, el lugar, según la inspiración. Por eso siempre ando con una libretita a mano, costumbre que no sé si es muy sana (risas), o con bollitos dentro de la libreta.
De a poquito, por suerte se van desarrollando métodos que hacen que no nos tengamos que complicar tanto la vida. Aunque siempre nos las ingeniamos.
Igualmente, que sería del arte sin esa melancolía, aunque más no sea por esos métodos “rústicos”? Escuché hace poco a Dolina decir que “la literatura, es un arte solitario, que él no se sentía muy cómodo haciendo eso, pero que lo hacía de todas formas, porque en el momento de escribir era como un vómito.
A la hora de escribir pensás en el lector? En lo que puede generarle?
Ese es un punto como el “del huevo y la gallina”, creo que es un dilema que se debe tratar en todos los talleres literarios o en las clases de lengua. En mi caso yo escribo y ya. Después, cuando llega el momento de la publicación, de pensar en un libro, en difundir, en todo ese tipo de cosas. Ahí si me tomo un gran trabajo en limar asperezas, buscar la forma en que sea entendible, en que comunique. Sobre todo en lo que es cuentos y narrativa, en el caso de la poesía, aparece más como salió y se publica así, en mi caso. Y ojo que estos no son consejos, sino formas.
Y cómo es el proceso de edición? Cómo es laburar con estos escritores, ayudarlos e interpretarlos?
Si, la FLIA facilita mucho la publicación y también el conseguir libros fabulosos que se publican en forma independientes. Ahí hay editoriales independientes, escritores, gente que está trabajando intensamente hace muchos años, para que el tema del intercambio de libros, en este caso, sea algo más directo, más simple del que escribe al lector y viceversa.



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