"La Responsabilidad más grande que tenemos es la banda" - Nota con Aztecas Tupro

Desde chicos nos enseñan que la fiesta de los 15 años es especial, que se debe tirar la casa por la ventana, festejar y dar ese estirón que te llevará a la adultez. Así va Aztecas Tupro: siguiendo con los festejos y con las ganas de sentir el gustito del champagne que abrió para compartir con sus seguidores.

Esa espuma hace cosquillas en el estómago, le regala una sonrisa a la cara y hace mover cuerpo y cabeza. Eso genera escuchar el tercer disco de Aztecas Tupro, “Imaginar”, que demuestra la identidad del grupo, su visión de la vida y la honestidad que imploran a una sociedad cada vez más hipócrita.

Al respecto el tecladista de la banda, Horacio Antelo, dice: “”Imaginar” consolidó nuestro estilo que, de a poquito, fuimos construyendo; al principio vas copiando de otros, después das un giro que es lo que vas armando con el andar, por que andando se acomodan los melones”.
¿Ya se terminaron de acomodar los melones con este disco entonces?
Ojalá nunca se terminen de acomodar porque si no, sería aburrido. La idea es seguir buscando todo el tiempo eso que tenemos en la cabeza, lo interesante es “bajarlo”, al no tener un método de hacerlo, lo vamos haciendo a nuestro estilo.
Sobre el disco nuevo Antelo aclara: ”Tenemos dos temas que estamos tocando en nuestros shows y ahora le agregaremos dos más, la idea es ir tocándolos en vivo mientras van saliendo”.
¿Qué se gana y qué se pierde con este método?
Se gana escucharlos y poder ir cambiando lo que no nos gusta antes de grabarlos, porque es ahora cuando podemos equivocarnos y modificar los temas para que no suenen siempre igual.
Perder, no creo que se pierda nada, porque las opiniones llevan un tiempo de maduración y aunque sean negativas son bienvenidas y aceptadas.
Dicen que la ansiedad mata, pero las ganas de escuchar un cuarto disco obligan al tecladista a poner un paño frío: ”estamos cerrando nuestro festejo de los quince años que empezó en Agosto del año pasado y termina en Julio de este, lo disfrutamos mucho y por eso el disco saldrá, seguramente, el año que viene”.
¿Sienten responsabilidad al subir al escenario y mandar un mensaje o es algo natural en ustedes?
La responsabilidad la tenemos: tenemos que ser responsables. Es todo un tema, por que tenemos que cuidar todos los aspectos; que todo sea lo mejor posible; brindar lo mejor que podamos; siempre hay gente juzgándote y uno tiene que decir: “Este soy yo”, “esto es lo que hacemos”, y cuidarlo.
Hay cierta presión por tocar, ensayar, no limar; es la responsabilidad más grande que tenemos en nuestras vidas. A pesar de que tenemos nuestros trabajos, la banda es lo que más debemos cuidar. Sobre todo el hecho de que suene bien en vivo, hacer buenos discos, buenos temas. Que salgo algo bueno, que la gente entienda y comparta lo que hacemos.
Nada pasa “porque si y nada más”, Horacio lo sabe y por eso afirma: ”Nosotros queremos que los discos de Aztecas queden, que no se agoten (risas). Sabemos que hoy con Internet nunca se agotan, ni desaparecen los temas y los puede escuchar cualquiera en cualquier horario y lugar, por eso la obligación de mostrar un buen producto artístico”.
¿Qué hechos te vienen a la mente de estos 15 años?
Los shows grandes, cuando tocamos con Manu Chau en el club Cuidad, fue como jugar en primera, como jugar un mundial, por un momento pensás “la puta dónde estoy”, con un escenario grande y mucha gente. Pero lo que más disfrute fueron las grabaciones de los discos, donde aprendes de a poco.
Pero como grupo lo que más nos queda, son las giras por la costa, porque internamente cada uno es de una manera, pero… convivir quince días todos juntos es como un reality show, tocar todos los días, volver, analizar los shows entre todos, eso es muy bueno y lo recordás con placer y nostalgia.
¿Un show que te marco?
El Niceto del festejo de los 15 años, fue un hito en nuestra historia, fue emotivo más para mi, en lo personal, porque una semana antes había fallecido mi viejo, entonces se me juntó todo y sentía sensaciones ambiguas y raras. Pero sin lugar a dudas que fue un show muy importante, de ahí en más aprendimos muchas cosas y cada vez más lindas.
Aztecas sabe que quince años en la espalda son importantes, pero no pierde la humildad, la honestidad. Con los sentidos a flor de piel, las ganas de tocar como lo hizo siempre pero, por sobre todas las cosas, con la confianza de que cuando les estrechés la mano, no vas a encontrarte nunca con una garra.