jueves, 29 de julio de 2010

Falta de Respeto - Editorial


Actualmente, hay muchos temas de la tan famosa “actualidad” que merecen un tratamiento serio: la ley de medios audiovisuales, el 82 % móvil de jubilación, el matrimonio entre homosexuales y, siendo más utópicos a la hora de pedir tratamiento de noticias: las miles de personas que mueren por desnutrición.


En todas estas cosas hay un denominador común: la falta de respeto hacia el otro.
Porque cuando uno escucha esta frase ("es una falta de respeto"), por lo general utilizada por los grandes medios para describir un asalto a mano armada, implica también muchas otras cosas.
Porque también es una falta de respeto las jubilaciones mínimas, que no alcanzan a satisfacer las necesidades básicas de las personas mayores, que no son pocas, mientras por el otro lado existen jubilaciones altísimas!. Eso es faltarle el respeto a toda una vida de sacrificio.

Es una falta de respeto que no se les permita hablar o escribir a las otras voces, salvo que tengas un multimedio o que labures para él. Eso es cortar la expresión y confabular para que la información sea homogénea, con lo cuál, la sociedad se entera solo de lo que le conviene a los grupos de poder.

Es una falta de respeto que haya desaparecidos en Democracia.

Es una falta de respeto hacia el otro, no respetar su libertad de sentimiento. Porque ahora se acuerda la iglesia de su existencia, porque mientras se multiplican los casos de pedofilia, nunca salió a decir nada.

Ni hablar de la falta de respeto por parte del Estado, que implica el hecho de que miles no tengan para comer, para vestirse, para educarse. Porque eso trae aparejado mucho más. Porque la marginalidad, con todo lo que implica, es inhumana.


Es una falta de respeto que no se respeten las 8 hs diarias en el laburo. Y que, cuando te las respeten, te tengan la mitad o con todo el sueldo en negro.

Es una falta de respeto que, además que no te respeten esas condiciones de laburo, te basureen.

Es una falta de respeto, en un país empobrecido como el nuestro, que se endiose a personajes mediáticos, solo por tener mucha plata. Que te pasen la guita por la jeta, mientras vos peleás por no morirte de hambre y frío.

Por lo pronto, desde acá, desde la cultura, tratamos de buscarle la vuelta a todo esto y, parafraseando a la Biblia, respetando al otro, como quiero que el otro me respete a mi. Escuchando sus demandas, ayudándolo e integrándolo, para tratar de ser todos los días un poco más humano.


Bruno Suarez

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