viernes, 12 de junio de 2009

"Rompan todo"


El caricaturista y guionista habló con Baldosas Flojas sobre el libro que reúne las mejores de sus tiras.


José Luis Perales, el fanático de los Redondos, Gabriel García Márquez, el humorista que provoca orgasmos y José Pekerman, el heladero diabético, sólo vagaban y conversaban por la cabeza de Gustavo Sala. Tanta ironía e histrionismo no podían no tener vida. Dos muchachos salen del Bafici y caminan por los cuadros de Bife angosto. Estereotipos de cinéfilos empedernidos uno le pregunta a otro qué le pareció el film. “Los actores buenísimos, el guión increíble, la fotografía majestuosa, la dirección sublime... La película una cagada”, sentencia la tira de Beto y Casella, los estudiantes de gastronomía. Eso es suficiente para Sala, así de sencillo, filoso, absurdo, gracioso y sin vueltas, con el derrotero de toda la humanidad a su merced. “Bife angosto se llama así porque no es una tira de personajes fijos,
entonces ponerle un nombre cualquiera me permitía meter adentro de la tira cualquier cosa, aunque la premisa era que tenga que ver con el rock y su micromundo, aunque a veces hay rock y a veces hay cualquier cosa, hasta chistes malísimos”, comenta Gustavo Sala.
¿Bife Angosto rompe con algunas estructuras y pre concepciones sobre cantantes y personajes públicos? ¿Por qué?
Quizás el humor tenga que ver con eso, con romper estructuras o simplemente con romper las pelotas. Con respecto a algunos cantantes o figuras del rock argentino, el publico muchas veces es responsable del endiosamiento extremo o el insulto gratuito de determinado músico, muchas veces completamente al pedo. Es divertido meterse en esas cuestiones, por lo menos para mi. Nadie es intocable, es al pedo defender a tu ídolo cuando es evidente que hizo un disco pedorro o ya dejo de ser un genio hace décadas.
¿Cómo haces para qué el sarcasmo y el discurso políticamente incorrecto no se queden en eso?
La verdad no pienso demasiado en términos de discurso o mensaje, me interesa más que la tira sea divertida o diga algo, aunque decir algo es política ¿no? ¿Qué es política? En todo caso me interesa que pueda haber mas de una lectura o que una simple historieta de tres cuadritos pueda generar alguna idea o pensamiento. Pero lo que más nos interesa a los que hacemos humor, imagino, es que se caguen de risa con lo que hacemos.
Este mes Gustavo Sala cumple treinta y seis años. Nació en Mar del Plata y desde allá envía historietas y dibujos para publicar en el Suplemento NO, de Página/12, Comiqueando y Fierro. Dice que tuvo un acercamiento intenso como lector de historietas apaisadas como Hijitus, Afanancio, Capicúa, Isidoro o las tiras españolas Zipi y Zape y Mortadelo y Filemón, no obstante asegura que con la aparición de Fierro, en 1984, después de la dictadura “todo se fue al carajo, en el mejor sentido”. “No sé si alguna ves mis ganas de dibujar escucharon un despertador cerebral y se despertaron de golpe, supongo que debe haber sido natural y tenga que ver seguramente con sentirse mas cómodo haciendo dibujos en una hoja que jugando a la pelota en la plaza o leyendo novelas o lo que sea”, explica.
Gustavo Sala vuela hasta los lugares más impensados y cuestiona con cada una de las tiras. Bife angosto es una invitación a su humor corrosivo, a sus vueltas de tuerca nada convencionales, pero en especial, a soltar una carcajada repentina en el colectivo y que un trajeado diga: “Y este boludo, de qué se rie...”

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